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“Fíjate que Marito le veo buenas condiciones para la portería, ¿creés que podés hacer un tiempo para ayudarlo y entrenar con él?”, dijo el padre de Mario González a Sergio.
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Es así como el exportero Sergio Iván “el Gigio” Muñóz inicia un relato acerca de la trayectoria del actual portero de la Selección Salvadoreña de Fútbol, Mario González, en el cual detalló que la persona que más fe tenía en él, era su padre.
El padre del portero Mario González, Mario Antonio González Osorto, pidió a Muñóz que practicara con su hijo, pues veía excelentes habilidades en él; Muñóz y González (hijo), fueron al estadio Charlaix, de San Miguel, a practicar con pelotas que el papá consiguió.
“A veces uno como padre cree que sabe todo y que los hijos son los mejores por el amor que les tenemos”, dice Muñóz, sin embargo destaca que el padre de González había acertado en qué su hijo tenía habilidades notorias: “En serio que su progenitor no estaba equivocado”.
Luego de un tiempo y tras un arduo trabajo y práctica en algunos otros clubes deportivos, Muñóz dice que empezó a buscar opciones para Mario y lo recomendó al CD Águila, sin embargo este no pudo ingresar a jugar con el equipo.
“A veces en los equipos o clubes, los expertos no son los que evalúan los jugadores, sino aquellos que solo manejan los números. Y así que no tuvo opción y decidió ir hasta Santa tecla”, detalla Muñóz.
Muñóz asegura que el Águila perdió al que hubiera sido “El recambio generacional en el equipo”, porque González poseía demasiado talento, pero a pesar de ello destaca que Dios tenía planes más grandes para Mario.
Y así fue, ahora es el actual portero de La Selecta salvadoreña y ha sido una figura importante dentro de los partidos de la Copa Oro: “Hoy celebramos sus grandes actuaciones en nuestra selección, y yo contento por lo que él está viviendo”, destaca Muñóz.
